9 de diciembre de 2009

Pelirrojo

Titular de prensa:

"La campaña ’Patea a un pelirrojo’ ,en ’Facebook’, deja siete niños heridos"

El contenido de esta noticia no me produce extrañeza pero sí preocupación porque de las redes sociales puede esperarse cualquier cosa.

Es aún más grave tratándose de niños que, sin ningún tipo de control, insertan contenidos y propuestas para movilizar a otros semejantes con fines socialmente reprobables.

Hace unos días, leí en otro periódico local la sanción impuesta por un juez a un caballero (?) que, movido por el despecho, publicó fotos de su ex desnuda en 'Tuenti'.

También con fotos, tomadas desde teléfonos móviles, comenzó aquel asunto consistente en mofarse de profesores o compañeros de manera despiadada.

Los defensores de las redes sociales argumentan que esto es como los coches. Cumplen una función que ya nadie discute. Sin embargo, la diferencia está en que a los niños no se les permite conducir un autómóvil por el riesgo que ello supone. Una red social de acceso libre para menores también plantea sus inconvenientes.

Esto no ha hecho sino empezar.

Bendita red.