3 de diciembre de 2009

¿Cuarto poder?

Pasados unos días del luctuoso acontecimiento, observo que siguen saliendo en los medios artículos con otras disculpas por el modus operandi en que se ha tratado este asunto.

Tanta disculpa me induce a pensar en tanto daño. Podría ser el resultado de un simple algoritmo de correlación. Sin embargo, el daño es infinitamente mayor.

Cuando veo que la prensa se nutre de filtraciones, procedentes de estamentos administrativos o del poder, lo entiendo porque es permeable, como la naturaleza misma.

La prensa y el poder forman un matrimonio de conveniencia. Y en todo matrimonio hay confidencias.

Tiene su propia agenda, sus intereses, filias y coyunturas.

Gloría al más desgraciado y enjuicia al inocente. Es plural y ama el contraste.

Nació y creció para defender la libertad y los derechos fundamentales. Ahora, en su madurez, traspasa algunos umbrales impensables.

Luego pide perdón en un acto de honestidad e hipocresía que se estrechan la mano.

La prensa no es el cuarto poder. Estaba equivocado. Es el quinto, el sexto y el enésimo. Es el poder del poder en esta sociedad postindustrial.

A sus pies...

Bendita reverencia.