1 de diciembre de 2009

Estrés informático

Titular de prensa:


Y los 'guindillas' cuando dirigen el tráfico en una rotonda. Ambas son cosas evidentes.

A pesar de los avances tan espectaculares y rápidos de la tecnología informática, especialmente del hardware frente al software, la realidad es la que refleja esta noticia.

El antetítulo dice que el 4% machaca el ratón a golpes. Lo confirmo. Yo estoy en ese 4%. Hace unos días tuve un conflicto luctuoso con un mouse óptico. Eran las dos de la madrugada y el dichoso roedor se declaró en absentismo presencial, aunque a esa hora no tuvo la genial idea de irse a la playa. Noté algo rato. Me costaba terminar una aplicación en Visual Basic que debía tener funcionando esa misma mañana. El asunto era que el ratón se volvió torpe, revoltoso, intransigente, tozudo y remolón. No había manera...

Me produjo tal estado de tensión emocional que le entré a saco y sin anestesia. Primero estrangulé el cordón umbilical USB. Luego le propiné severas contusiones en los botones de babor y estribor. Como aún seguía con vida, le extirpé el led luminoso que tiene a la altura del ombligo. Y como tiro de gracia, lo comprimí con la única mano que tengo operativa como si estuviese haciendo un zumo de naranja en tiempos de crisis.
Cuando aquella criatura ya estaba a punto de fenecer, me miró con ojos de inocencia y me dijo con voz entrecortada y aliento extenuante:

- Yo no he sido. Es la alfombrilla.

Su súplica llegaba algo tarde. Descanse en paz.

Todavía hay mucha gente que tiene miedo a interactuar con el ordenador, ya sea por desconocimiento o por leyendas urbanas ancladas con persistencia en su cabeza.

Supongo que cuando la escuela acometa el difícil reto de las competencias digitales, la cosa cambiará a mejor.

El problema es quién le hinca el diente a este asunto, cuándo, con qué medios, en qué horario y de qué manera.

En cualquier caso, a la escuela se le están exigiendo demasiadas competencias.

Bendito estrés.