21 de diciembre de 2009

Autoridad avalada

Titular de prensa:

"Las familias avalan que el docente sea autoridad pública"

La noticia no deja de ser curiosa. Precisamente, todos los esfuerzos en orden a otorgar al profesorado la condición de autoridad pública surgen por una crisis de autoridad familiar. Si muchos alumnos no respetan a sus padres, qué se puede esperar hacia los profesores. Si muchas familias han perdido el valor de la autoridad y del respeto, qué se puede esperar en su relación con la escuela.

Sólo me falta escuchar que también se otorge a la familia la consideración de autoridad pública. Si eso ocurriera, habría más ciudadanos revestidos de ese carácter que sin él. Sería dar un paso adelante (?) en busca desesperada de un nuevo modelo de sociedad: la sociedad policial.

La verdadera autoridad no se confiere por resolución administrativa. Se gana por valía personal, profesional, coherencia vital y consideración social. Las personas a las que respeto me ofrecen un ascendente de 'autoridad' por lo que son, no por el cargo que ocupan.

Bendita familia.