7 de enero de 2009

NTIC y TIC

Con esto de las siglas vuelven loco a un santo. Hoy son unas, ayer fueron otras y mañana... Dios dirá. TIC y NTIC hablan de lo mismo pero en momentos distintos. Lo que hoy se llama TIC ayer se llamaba NTIC.

Las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación han dado paso a las Tecnologías de la Información y la Comunicación. Es más que un juego de palabras. Antes de seguir, es conveniente hacer una precisión. Para abreviar, hemos singularizado esas siglas. Hecha esta convención, surge una paradoja.

Resulta curioso que el término NTIC sea anterior a TIC. Parece que lo lógico es que fuera justamente al contrario. Las Tecnologías evolucionan hacia Nuevas Tecnologías. Eso nadie lo discute. Sin embargo, el problema es otro.

Hay dos razones que 'justifican' el empleo de TIC en detrimento de NTIC:

Objetivas y subjetivas

El ritmo tan vertiginoso que caracteriza al sector tecnológico de nuestra sociedad propicia que se evite hablar de NTIC. Lo que al amanecer consideramos nuevo, puede estar anticuado al atardecer. Nunca llegaríamos a saber con exactitud qué es realmente lo nuevo. Me encontraba en una gran superficie tecnológica. Aquella tienda estaba abarrotada de niños. En una zona pude observar consolas de diferentes fabricantes: PSP, Wii, Xbox. Como el dependiente estaba ocupado, le pregunté a uno de los niños: ¿Eso qué es? Me contestó: ¿Usted de dónde viene? Enseguida me puso al corriente. Me dijo el nombre del fabricante, el año de aparición, las características técnicas, precios, juegos disponibles, lo que se avecina...

Las diferencias económicas, culturales, sociales, educativas, así como la experiencia o inexperiencia de cada individuo, aconsejan también que se use sólo el término TIC. El retroproyector fue considerado un producto de nueva tecnología en la Segunda Guerra Mundial. Lo crearon los americanos para instruir a sus tropas. Si ahora se lo presentamos a alguien que nunca lo ha visto, podría pensar que se trata de un nuevo invento. Por contra, si a un alumno de nuestro entorno le decimos que un pendrive es lo último que ha salido al mercado, posiblemente se parta de risa.

Ante eso, se ha optado por el término TIC, con independencia de cualquier característica temporal o innovadora.

Detrás de este asunto también se esconde un problema complejo. La brecha digital es difícil de controlar y corregir. Algunos han querido maquillarla dándole bombo y platillo a estas siglas. Cuando hay una herida abierta, no es suficiente con un apósito externo. En realidad, la cuestión fundamental no es de siglas sino de igualdad de oportunidades en el acceso a los nuevos medios. Ya hay investigaciones que lo ponen de manifiesto. La alarma ha sonado. El desarrollo de la Sociedad de la Información está marcando diferencias entre unos ciudadanos y otros. Si no se pone remedio, esa brecha será cada vez mayor y estaremos ante una nueva asignatura pendiente de la sociedad digital.

Benditas siglas.